sábado, 12 de enero de 2013

Oni...rico.



[...]

Ella era como una cebolla. Le rodeaban tantas capas que casi tenía la certeza de que nadie tenía la más remota idea de cómo era realmente. Incluida ella misma.

No anhelaba otra cosa más que alguien que pudiera quitarle todas esas capas, librarle de ese peso, ver su interior y aceptar aquello que se escondía ahí dentro.

Pero a pesar de ésto, cuando él llego y la desnudó entera, echó de menos sus capas.

La cebolla volvió a cubrirse.

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