martes, 21 de mayo de 2013

Diario de Charlotte.

Tal vez debí decírtelo, aunque creo que te lo intenté decir de muchas formas. Soy dañina, radiactiva, ponzoñosa, venenosa, como quieras decirlo, no importa. Pero capta la idea de una vez, porque provoco el mal allá donde voy, de manera inconsciente (y a veces no tan inconsciente), deliberadamente, sin mirar a quién, por qué o cómo. Simplemente lo hago. Y no sé cómo lo haces, pero allá donde voy, estás.

Hubo quien me dijo que era demasiado bonita. Y que eso sólo podía traerme problemas. Hubo también quien me dijo que las niñas bonitas sólo podían ser felices si eran idiotas. Yo me hago la idiota. Resuelve tú el resto de la ecuación.

Así que lo siento, pero no puedo sentirlo. Es mi esencia, soy yo. Dicen que de pequeña rompía cada dibujo que realizaba justo después de hacerlo, tan sólo por el miedo a que otros lo rompieran antes que yo. Era mi creación. Por lo tanto, podía ser mi destrucción. Las comparaciones son odiosas, pero tú eres ese dibujo. Yo dibujé todo ese odio en ti, te construí, forjé en ti unos ideales que no había conocido siquiera nunca. No me di cuenta hasta que fue tarde, pero lo hice. Así que... Siento no poder sentirlo.

Algún día encontrarás a alguien que te haga feliz, o eso es lo que dicen todos los locos que aparentan ser felices mientras se pudren internamente. A lo mejor encuentras a una niña bonita idiota, y te contagia su idiotez.

Una última cosa más: si consigues ser feliz, mantente alejado de mi. Podría estropearlo todo. Podría volver a romperte, pecoso. Y, a fin de cuentas, me gustan tus hoyuelos al sonreír.

martes, 7 de mayo de 2013

Be my friend.

Y el tema vuelve a ser el de siempre. Mi puta dependencia. Mis ganas de escapar de mi propia vida, mi cobardía ante el poder hacerlo. Mis contradicciones, mis adicciones, mis miedos, mis pérdidas. Mi pérdida. La más importante. La de mi misma.

Respírame. Te necesito, a ti y a todos los demás. No me dejes sola, no me sueltes, no permitas que me caiga, no dudes que lo haré. Recógeme, ayúdame a luchar. Pero sin irte. Y sin estar, sin dejar que me vuelva aún más adicta a la necesidad de lo que ya soy.

Recoge mis palabras y devuélvemelas, está visto que yo no me las creo. Corre conmigo, pero déjame sola cuando sea capaz de soltar tu mano. Espérame al final del camino y dime que mereció la pena. Y si no llego al final...

En ese caso, olvídame como los demás.

miércoles, 1 de mayo de 2013

All in.

- Es un secreto.

- Bueno, sí... ¿Qué clase de secreto es ése?

- Uno de esos secretos que todo el mundo conoce, secretos considerados secretos por el mero hecho de darles misterio, uno de esos secretos tan públicos que ni siquiera merece la pena hablarlos en voz alta... pero secretos por los que alguna gente está dispuesta a entregarlo todo.

- Secretos a voces.

- Sí, me temo que el mundo está plagado de secretos a voces...

[...]


Secretos A Voces. Sí... Uno de tantos de los secretos que jamás saldrán de mi cuaderno. Aún me quedan muchas páginas...