domingo, 4 de octubre de 2015

Un día me dijeron "eres tú, estoy seguro", y desde entonces la seguridad ha quedado relativizada y vetada a momentos de embriaguez e inocencia -de esa perdida-.

Yo sólo quiero las buenas noches al final del día y sentir que me mira cuando yo a él no. 

Quién quiere seguridad cuando has sido tú mismo el que ha aniquilado la posibilidad de frenar. 

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