martes, 13 de mayo de 2014

Mean.

"No intentes devolver a la vida a nadie que aún no haya empezado su proceso de rehabilitación."

Vuelve a mí con la intensidad de siempre, como un viejo conocido, como algo que en realidad nunca dejó de estar ahí. Vuelve a instalarse en mi pecho y vuelve a acomodarse bajo mi piel. "Felicidades, lo has conseguido. Una vez más". Vuelve a casa. Porque el resto se ha ido y ahora hay mucha mierda de la que alimentarse. 

Dicen de mi tantas cosas que ya no sé qué es cierto. Iglú, semilla o tan sólo niña idiota, lo único certero es que mi poca capacidad de supervivencia se va viendo mermada poco a poco por la desaparición de las ganas de sonreír. Qué fácil es decir "no" y esconderse. Qué fácil es huir. Qué bien se te da huir, niña idiota. Sigue huyendo.

Y, en un viejo cuaderno, la tinta reseca por casi tantos años como dedos tengo en las manos, y la verdad sobre mi misma : "Una energía para todos indeseada, por nadie querida. Una energía que va a provocar cambios, cambios que casi siempre serán catastróficos, cambios que casi con toda probabilidad llevarán a la muerte. Sólo alguien lo suficientemente iluso como para conservar la esperanza en este mundo atroz se atrevería a someterse a esa energía. Pero si sale bien, no querrá irse nunca." 

Han sido unas bonitas vacaciones. Ahora regresa al mundo al que perteneces.


https://www.youtube.com/watch?v=tAgkueAKxGI

"Tú de mis espinas sacaste una flor." Gracias. 


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